lunes, 29 de octubre de 2007

Rock, cultura y poder

Crónica de la visita de Shock

Hace una semana nos visitó una banda de música rock del Chaco, su nombre era Shock. Compartimos toda la tarde con ellos ensayando, improvisando un poco también, aprendiendo las vicisitudes de nuestros respectivos dialectos, compartiendo historias, y sobre todo, música. Llegada la noche nos trasladarnos al pub para la presentación en conjunto, una especie de viaje de intercambio, ellos tocan en nuestro lugar, y -en la medida de lo posible- nosotros emprenderemos nuestra cruzada hacia el Chaco.
En la vispera de la presentación fue cuando compartí una charla con los miembros del grupo, especialmente con Pablo, el cantante. Me comentó la situación de la música rock en su provincia, las relaciones celosas con los gustos de su sociedad y sobre todo con el poder.

“El rock está monopolizado por el gobernador”

Una de las conclusiones que lograron depurarme puede resumirse perfectamente en esa frase. Desde el último cambio de administración en su provincia parecen haberse impuesto diferentes disposiciones legales y contra menciónales que limitan el desarrollo de presentaciones populares, por un lado en locales comerciales (a través de prohibiciones) y también de las presentaciones en campo, las mejores, las que definitivamente hacen hervir la sangre, están organizadas exclusivamente por el gobierno provincial. “Si queres organizar algo, tenes que hablar con ellos, si no es imposible…” decía Pablo, cantante líder de Shock. Aún así, aunque la relación con el gobierno sea complicada, la banda logró viajar hasta Salta auspiciados en un 50% por el gobierno provincial.

La situación en Salta

En esta altura fue donde les comenté, un poco en contraste, un poco en empatía; la situación en nuestra provincia. Me gustaría informar o hacer recordar al lector la visita de la banda Bersuit de hace tres años, donde el cantante hizo comentarios negativos sobre las disposiciones legales tomadas ante las yungas salteñas. Desde ese día podríamos decir que el rock en salta está prohibido. Luego de esto, las limitaciones para cualquier banda, o desarrollo artístico que tenga algo de relación con el rock, tiene la mayor cantidad de trabas posibles, justo cuando una cultura rock estaba floreciendo en la provincia. A pesar de que pasado un año decidieron organizar un festival de rock –aunque totalmente oficialista- trayendo a Las Manos de Filipi, y dando oportunidad a bandas salteñas de tocar (SaltaRock) fue un hueso para entretenernos de la realidad: Traer cualquier banda a Salta es casi un imposible. Sin ir mas lejos, en julio de este año La Renga, banda porteña, luchó por obtener el micro estadio, pero ante las trabas se vieron obligados a tocar en el campo del club Gimnasia y Tiro, a cuatro grados bajo cero y las entradas demasiado caras, y en este último factor esta la limitación mas poderosa.

Ambas relaciones son distintas, especiales, pero ambas condicionan el desarrollo de la cultura rock, y del arte en general. Ejemplos como estos se ven por todos lados, la única diferencia es que se exacerban más en sociedades más cerradas, mas conservadoras, como la salteña.

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